El otro día un pájaro hizo sus gracias sobre mi cabeza mientras estaba yo en la piscina de un hermoso complejo en México. Asi es, de todos los lugares y todas las personas donde pudo haber aterrizado ese pequeño montón de gracia del pájaro, tuvo que haber aterrizado sobre mi cabeza.
Aunque creo que fue mejor así a que le hubiera caído a alguien más, ¿verdad?
Después solo podía pensar en esa gracia sobre mi cabeza y quería volver a mi habitación y tomar una ducha. Mi esposa me dijo: “Ni siquiera puedes verlo”. Pero eso no importaba, yo sabía que estaba allí. Me sentí asaltado por un ladrón del aire que me robo mi paz y tranquilidad.
Creo que las palabras pueden tener el mismo efecto en las personas.
¿Con qué frecuencia nosotros hacemos nuestras gracias sobre la gran idea, el buen día, el logro, la promoción, la victoria o las victorias de otra persona?
No es nuestro triunfo, así que hacemos nuestras gracias en su fiesta.
Hoy quiero aconsejarte a que pienses mejor de como usar tus palabras para hacerle un buen día a alguien. Usa tus palabras para celebrar a la gente. Celebra los logros y las victorias de otros y no solo los tuyos.
Proverbios 18:21 “La lengua tiene el poder de la vida y la muerte”.
Entonces, pregúntate a ti mismo hoy, ¿estás usando tus palabras para formar a las personas o para derribarlas?
¿Tus palabras y tus conversaciones están llenas de odio o de amor, de quejas o de elogios, de victoria o derrota?
Nuestras palabras se pueden utilizar para ayudar a levantar personas o para desanimarlas. Usemos nuestras palabras para un mejor propósito.
Construyamos, no derribemos.
Alentemos, no desalentemos.
Unámonos, no dividamos.
Habla de animar sobre tu vida hoy y utiliza tus palabras para animarte a ti mismo y a los demás.
Por qué si yo puedo, tú puedes.